El Barcelona está empeñado en opositar incluso al título si al Real Madrid le diera por encadenar una mala racha. Con la victoria conseguida ante el Mallorca, los de Rijkaard prosiguen con su racha triunfal y amenazan ya claramente las posiciones de privilegio que ocupan Valencia y Deportivo.

Si hace escasas semanas el único objetivo azulgrana era llegar a la Champions, en la actualidad el equipo ha consolidado esa cuarta plaza que da acceso a la máxima competición continental y pugna por llegar a la segunda y ponerse a rebufo del Madrid.

UN INICIO DEMOLEDOR

Ayer, un inicio demoledor fue suficiente para asegurar un resultado que el Mallorca sólo fue capaz de maquillar al final.

Luis García, que completó su gran tarde en la segunda mitad, y Luis Enrique, en una polémica acción que le costaría luego la expulsión a Luis Aragonés por las protestas, dispararon al Barcelona en el marcador cuando no se había cumplido aún el cuarto de hora de juego.

Hasta ese momento, el Mallorca aún no se había enterado del inicio del choque y era zarandeado de mil maneras por el equipo de Rijkaard. Los visitantes intentaban reaccionar buscando a Eto´o, pero el camerunés no pasa por uno de sus mejores momentos y esto se reflejaba en el juego de los suyos. Luis no sabía como parar el juego de ataque de los Ronaldinho y compañía. El resultado al descanso fue de dos a cero, pero podían haber sido mucho más amplio.

LA SENTENCIA

Cuando parecía que el Mallorca quería espabilar, apareció de nuevo Luis García para, con otro gol, dejar el envite listo para sentencia. Al igual que en la primera mitad, el Barcelona había golpeado a su rival a los pocos minutos de juego. El Barcelona ya había hecho su trabajo y a partir de entonces empezó otro partido, en el que el Mallorca, noqueado y sin un centro del campo que recompusiera el descontrol, fue un títere ante un conjunto barcelonista que jugó a placer.

En los últimos minutos, Eto´o y Delibasic, acortaron distancias para un Mallorca que estuvo más lejos del Barcelona en juego que en el marcador final.

Los de Rijkaard sumaban así su séptima victoria consecutiva.