Sin Ronaldo, lesionado, ni Roberto Carlos, sancionado, el Real Madrid se encomienda una vez más a Raúl para sacar adelante la eliminatoria ante el Bayern Múnich (1-1 en la ida). El delantero blanco, que ocupará el puesto del brasileño en la punta del ataque, arrastra un esguince de tobillo y lleva más de dos meses sin marcar un gol en Liga. Pese a ello, es la gran esperanza del madridismo, que espera vivir una noche mágica ante un rival siempre complicado.

Con el disfraz de víctima, pero con Makaay preparado para ejercer de verdugo y con Kahn recuperado tras su error del choque de ida, el conjunto alemán no quiere ni oír hablar de favoritismo. "El favorito es el Madrid, pero parto de la base de que nos clasificaremos", afirmó el técnico Ottmar Hitzfeld, que podrá contar con el lateral Sagnol, pese a haber sido operado de un antebrazo. Jugará con una férula especial, si lo permite el árbitro.

QUEIROZ, CON SU PLANTILLA En el Madrid el convencimiento de pasar a cuartos de final se ha impuesto a todas las adversidades. Con la ayuda de un público rabioso por la sanción de la UEFA a Roberto Carlos, los blancos confían en derribar el muro alemán. "Vamos a pasar. No hay que hablar de las bajas porque los jugadores son muy importantes para ganar los partidos, pero las plantillas son las que ganan los títulos", afirmó el técnico blanco, Carlos Queiroz.