Ganar en La Magdalena para no llegar tocado a la Magdalena. No es ningún acertijo o adivinanza, aunque el Castellón debe resolverla a su favor si no quiere complicarse más su futuro... y la liguilla. Los albinegros necesitan obtener la victoria y dejar la impronta de aspirante al ascenso en el campo de Novelda. Sólo así evitarán caer en un estado depresivo justo en la semana previa a las fiestas fundacionales, si bien en los próximos días ya hay actos magdaleneros, como el trofeo contra el Cádiz (martes) o la inauguración del Casal Albinegro (jueves).

La Magdalena, el estadio, no es el terreno más propicio para superar la crisis motivada por haber sacado un solo punto en cuatro encuentros. Corresponde a ese territorio comanche del que el Castellón no suele salir bien librado, si bien parece abonado al empate en tierras del Vinalopó: en sus últimas cinco visitas ligueras, otras tantas igualadas (allí ganó en la temporada 00/01, aunque fue en la Copa del Rey y no sirvió para pasar de ronda).

OBSTÁCULOS A MANSALVA

Le espera un rectángulo de juego de reducidas dimensiones (sus 96 metros de portería a portería lo convierten en el más corto de la categoría), una afición áspera que no le facilitará las cosas (en la última visita, se lanzó un balón desde la grada cuando Chito se quedaba solo ante el portero local), un árbitro que asusta (es de Lorca, amonesta por hablar en catalán y ya la armó en la última ocasión que pitó a los albinegros)... Ahí están los precedentes más cercanos en feudos similares, como Yeclano y Mataró, donde cosechó sendos 1-0 en contra.

SEÑAS DE IDENTIDAD

Para afrontar la liga exprés a la que ha quedado reducido el grupo III (hay seis equipos en un pañuelo de tres puntos, cuando restan 10 jornadas para el epílogo de la temporada regular), el Castellón debe recuperar las señas de identidad perdidas. Con este fin ha trabajado esta semana Oltra, que no dispondrá del enfermo Javi Sanchis, ni de los lesionados Rondo, Mora y Ollés.