La consigna era no fallar y el Valencia la siguió al dedillo. Agradecidos de que el destino les haya concedido una segunda oportunidad para cazar al Real Madrid, y mirando por el rabillo del ojo a un Barcelona arrollador, los de Rafa Benítez no estaban dispuestos a volver a fallar y golearon sin paliativos a un Mallorca que no se pareció lo más mínimo a un equipo de Luis Aragonés.

El Valencia arrolló con autoridad a un Mallorca que sólo aguantó medio tiempo, en un partido en el que el conjunto local llevó la iniciativa desde el principio y en el que su único problema fue conseguir el primer tanto. El camino del triunfo lo abrió, al borde del descanso, un Mista que luego se convertiría en la auténtica figura local consiguiendo un hat trick.

El Mallorca vio como la máquina valencianista le pasaba por encima en los primeros minutos del segundo tiempo, lo que convirtió al Valencia en la bestia negra de los mallorquinistas, que ya habían perdido por 0-5 en Son Moix en la primera vuelta.

El Valencia volvió a ser un equipo sin fisuras que aprovecha al máximo las del contrario. El Mallorca, tras el primer gol de Mista, acabó por desaparecer del partido, entregándolo en bandeja de plata para los locales.

Eto´o, a poco del final del encuentro, anotó el gol del honor mallorquín al transformar un penalti. La Liga vuelve a tener emoción para un Valencia que no quiere fallar más.