Llega el mes de los rumores. Si el lector no es avezado, y sabe discernir lo que lee, puede empezar a creer que el Villarreal compondrá la próxima temporada una plantilla de 40 jugadores. Los intermediarios, ese mal endémico del fútbol, campan a sus anchas vendiendo el interés de no se sabe cuantos clubs por el jugador que representan. Y el Submarino se ha puesto de moda para promocionar a cualquier futbolista. He perdido la cuenta, y también la memoria, de la larga relación de jugadores que han ido apareciendo en los medios de comunicación de Madrid. A la hora de la verdad, sólo tres o cuatro, como ha venido informando puntualmente Mediterráneo, estaban en la lista: Larsson, Melchiot y Gonzalo Rodríguez. El consejero delegado viajó anoche hacia Argentina para negociar con el defensa de San Lorenzo, que el sábado por la mañana jugaba un amistoso con su equipo ya que este fin de semana la liga argentina paraba por el compromiso de la albiceleste contra Paraguay (0-0). Por cierto, vaya partidazo del filial ante el Santanyí. Lástima que los árbitros no defiendan a los que quieren jugar al fútbol.