Si las populares casas de apuestas inglesas se pusieran a hacer números en el grupo C de la promoción de ascenso a 2ª A, estoy convencido de que el Castellón partiría como uno de los favoritos. Ayer tarde, un destacado miembro del cuerpo técnico del Atlético de Madrid me insuflaba optimismo en la tribuna del Cerro del Espino a pesar de que algunas lagunas técnicas del Castellón no le pasaban por alto, como tampoco las buenas virtudes que posee este equipo de Oltra.

Pese al empate ante el filial colchonero, que nos dejó un cierto amargor de fondo, el Castellón está hoy un poco más cerca de su objetivo. Eso sí, para ello hay que ganar los dos encuentros ante el Sevilla B, posiblemente el equipo que mejor fútbol ha exhibido en el grupo C y esperar sólo un empate del Ferrol en uno de sus dos partidos ante el Atlético B. El más complicado será el del domingo en Sevilla. ¿Por qué? Es evidente que por los andaluces se situarían en la pole position si derrotan al Castellón. El perdedor quedaría sentenciado.

El ascenso pasa por ganar al filial sevillista. "Ía, ía, ía iremos a Sevilla", cantaban los más de 700 aficionados del Castellón que viajaron a Madrid. Sin animo de hacer populismo de masas, ayer me emocioné y salí orgulloso de Madrid por el fenomenal comportamiento de la gent albinegra, que causó la admiración de mi interlocutor atlético al que aludía antes. Desde aquí, les aliento para que peleen por el ascenso, con su aliento, en Sevilla.

Las posibilidades del Castellón, en las cuales creo con una fe ciega que se sustenta en el análisis de algunos factores que he observado muy de cerca durante esta liguilla de ascenso, han ido creciendo jornada a jornada. Ayer, el grado de compromiso de los albinegros mereció el elogio de todos. A ningún futbolista se le puede censurar ni su orgullo ni su raza. En Madrid se pudo perder, pero también hubo opciones de vencer ante un gran equipo. Me quedo con la imagen de Miguel antes del partido animando como el que más a sus compañeros. También con la clarividencia mental de Oltra en los cambios. Y con el generoso esfuerzo de un vestuario muy profesional que da todo lo que lleva dentro. Lo que no les podemos exigir es más de lo que saben y reclamar exquisiteces. Ese es el error. Para catar buen fútbol, habría que haber fichado otro tipo de jugadores pero con lo que hay se puede ascender. Yo creo en el Castellón.