El Villarreal ha tomado este verano un cambio de rumbo a la hora de buscar sus refuerzos foráneos para la próxima campaña. Tras varias temporadas en las que el mercado suramericano (argentino y brasileño) ha centrado la atención del Submarino, el periscopio de la entidad ha estado enfocado este año hacia el viejo continente, excepción hecha del central procedente del San Lorenzo de Almagro Gonzalo Rodríguez.

El resto de futuribles militaban en equipos europeos. El último fichaje confirmado ha sido el de Armando Sá, mozambiqueño de nacimiento, pero poseedor del pasaporte portugués. Hasta la fecha, el Villarreal nunca se había fijado en el país luso a la hora de buscar futbolistas válidos para su proyecto en la Primera División.

También las incorporaciones frustradas de este verano se encontraban en el mercado del Viejo Continente. El sueco Henrik Larsson y el defensa holandés Mario Melchiot, ya descartados por Fernando Roig para vestir la camiseta amarilla, mostraban hasta ahora sus habilidades --muchas en el caso del ariete-- en las competiciones escocesa e inglesa, respectivamente.

Esta tónica de pretender a jugadores más hechos en el fútbol continental puede continuar en las próximas fechas, si la entidad amarilla afronta las últimas contrataciones. La de un delantero que acompañe a Sonny Anderson parece la prioridad.