La llegada al banquillo del Villarreal del técnico chileno Manuel Pellegrini confirma la tendencia de Fernando Roig de dar oportunidad a entrenadores con un perfil más bien desconocido en Primera o que estaban olvidados para el fútbol nacional. Estos técnicos tienen así una oportunidad de trabajar en la élite o de recuperar su prestigio olvidado. Son los casos de José Antonio Irulegui, Víctor Muñoz, Benito Floro y ahora, Pellegrini.

Irulegui fue el primer entrenador del Villarreal en Primera y la oportunidad que le brindó el club castellonense le permitió regresar a los banquillos tras un largo periodo ausente de los mismos. Tras él, y sin contar a Paquito, el Villarreal incorporó a Joaquín Caparrós, que llegaba del Recreativo de Huelva y carecía de experiencia en la máxima categoría.

Igual perfil tenía Víctor Muñoz que, cuando fichó por el Villarreal, venía de entrenar al Lleida en Segunda División, mientras que su sucesor, Benito Floro, llevaba años fuera de la circulación del fútbol español. Ahora, Roig ha apostado por un desconocido en España, Manuel Pellegrini.

"La parcela del técnico es un lugar para dar oportunidades a gente nueva y que para ese técnico, poder entrenar a un alto nivel, sea por encima de todo una motivación extra", explicó Roig.

La contratación de Pellegrini rompe, sin embargo, con la apuesta habitual del presidente amarillo desde que llegó a la dirección del club hace siete años, ya que en esta ocasión se ha decantado, por primera vez, por un técnico extranjero.