La República Checa confirmó en Oporto que es el gran candidato para levantar el próximo domingo en el estadio de La Luz la copa que le acredite como mejor selección de Europa. El equipo de Karel Bruckner suma sus comparecencias en el torneo con victorias. Lleva cuatro de cuatro y todas ellas logradas de forma brillante, con buen juego.

Milan Baros fue el encargado de fusilar a Dinamarca en el estadio del Dragón. El delantero del Liverpool anotó dos tantos espectaculares que pusieron el marcador en 3-0 y enterraron las posibilidades de un rival inocente y sin pegada, que se rindió a la evidencia en la segunda mitad.

Porque fue en ese periodo cuando la República Checa se hizo con el partido e impuso definitivamente su superioridad. No fue así en la primera parte, en la que la posesión de balón fue para los daneses. Despertó el equipo de Bruckner al comienzo del segundo periodo, cuando comenzó Nedved a distribuir y cuando el veterano Poborsky sacó a relucir su mejor fútbol.