Antonio Guayre afronta la temporada 2004/05 partiendo desde cero. Y eso que se trata de su cuarta campaña en el Submarino. Sin embargo, el canario prefiere pasar página tras un año marcado por la irregularidad y afrontar la nueva temporada que tiene por delante con optimismo. De momento, ya ha empezado a dejar patente que se lo toma muy en serio. Marcó ante el Odense en los dos minutos que le dio Pellegrini y ayer anotó cuatro de los diez tantos de la goleada amarilla ante el Navata.

"Quiero que éste sea el año de mi explosión definitiva", destaca el canario, que no esconde el cambio que ha experimentado desde que llegó a Vila-real: "Cuando vine aquí, sólo tenía 21 años y era la primera vez que salía de mi casa. Ahora he madurado más, tanto personal como deportivamente".

MUCHA COMPETENCIA Guayre es consciente de que lograr un sitio en el once es una tarea complicada. Sin embargo, el canario ya sabe lo que es tener que ganarse una oportunidad esperando en el banquillo y por eso no desespera: "Sé que en el Villarreal es muy difícil jugar porque el nivel es muy alto. Venía de jugar todos los minutos en Las Palmas y ahora tengo una competencia enorme, que seguirá existiendo este año".

No obstante, la llegada de Pellegrini puede permitirle cambiar el rol que venía ocupando en el Submarino. Y es que, hasta el momento, el canario solía ser utilizado para jugar en la banda derecha, una demarcación que no es la suya. Con el chileno en el banquillo y su apuesta por gente de banda que tiende a moverse hacia el centro, Guayre puede tener protagonismo en otra posición. "Desde que llegué me han puesto por la banda derecha, pero mi posición es la de segundo punta", destaca. Este año puede llegar su oportunidad. Él, de momento, hace méritos para conseguirla.