Lance Armstrong sigue siendo el mejor y mucho tienen que cambiar las cosas para que alguien le tosa y sueñe con arrebatarle su sexto Tour, con el que batiría el récord de Miguel Indurain. Ayer hizo una nueva demostración de fortaleza. Su destrozo fue considerable entre la jerarquía del Tour y aventajó en 2.30 min. a Ullrich y Óscar Sevilla; en 2.57 a Heras y; en 3.27 a Hamilton.

La etapa no tuvo mayor historia entre los favoritos hasta el ascenso a La Mongie. Los hombres de Armstrong impusieron un ritmo infernal que destapó las miserias de Ullrich, Hamilton, Heras (decepcionante su actuación) y compañía. Dos ataques de Sastre a cinco kilómetros de meta hicieron la selección definitiva y ésta eligió a Basso y Armstrong como los candidatos al triunfo. El éxito, esta vez para el más joven, un hombre deseoso de hacer algo grande en el Tour.

La clasificación general sigue encabezada por el campeón francés Thomas Voeckler, que aunque perdió cuatro minutos con respecto a Armstrong en la línea de llegada continúa en poder del maillot amarillo.

Hoy tendrá lugar la 13ª etapa, también de alta montaña, con Col de la Core o Plateau de Beille como grandes obstáculos.