Los últimos tres veranos han tenido un color amarillo, y no sólo porque el sol haya brillando en todo su esplendor. También lo ha hecho un Villarreal que ha dejado atrás el cartel de novato en Europa, como lo era en julio del 2002 --cuando debutó en la Intertoto--, para ser un experto.

El Submarino es ya el rey de la Intertoto. Hasta ahora, ningún otro equipo no sólo había alcanzado la final de en tres años consecutivos, sino a lo largo de esta copa que nació en 1995. Dos registros que ha establecido, de un plumazo, el conjunto amarillo.

Después de una primera singladura con altibajos (pasó por penaltis contra el Torino y jugó la final por la alineación indebida del Troyes), y que finalizó con la derrota frente al Málaga, el Villarreal presenta una trayectoria impecable en las dos últimas ediciones. Así, en la del 2003, pasó el corte gracias a tres victorias y tres empates, superando en la última ronda al Heerenveen. Y en la actual Intertoto, los amarillos llevan cinco victorias por tan sólo un empate. O sea, que ha enganchado 12 encuentros sin perder en esta competición.

A todo ello hay que añadir la espectacular trayectoria amarilla en la reciente UEFA (llegó a semifinales). Y tampoco hay que perder de vista los 12 partidos que acumula sin recibir un solo gol en casa (entre Intertoto y UEFA). Por esto, el Villarreal es respetado en el viejo continente.

Y para que el camino no acabe, toca noquear al Atlético en el combate final, cuyo primer asalto será el martes en El Madrigal con entrada gratuita para los socios. El resto deberá pagar entre los 50 euros de tribuna a los 25 del fondo norte (visitantes).