Paquillo Fernández tiene un buen motivo para intentar hacerlo bien en Atenas. El entrenador y amigo del marchador de Guadix (Granada) murió hace unos meses y Paquillo tiene una oportunidad hoy de agradecerle todo lo que Manuel Alcalde (que fue también un marchador de los buenos) hizo por él.

La final de los 20 kilómetros marcha (8.00 horas en España) abre hoy el grueso del atletismo en Atenas, después del sentimental aperitivo de Olimpia, donde Manuel Martínez, cuarto, rozó la medalla en peso. España, que sigue sin levantar cabeza después de seis días de Juegos, quiere darle marcha a estos Juegos, comenzando por un posible, incluso probable, podio de Paquillo.

UN AÑO DIFÍCIL Paquillo ha tenido una temporada complicada. Primero, la muerte de su entrenador, Manuel Alcalde. Después, se rompió en febrero un metatarsiano del pie y tuvo que estar dos meses sin entrenar. En los últimos meses la paradoja ha sido que ha entrenado mal y ha competido bien. Derrotó al polaco Korzeniowski (triple campeón olímpico) en La Coruña y Cracovia y llega con una marca de 1.19.19, no muy distante de la de Jefferson Pérez, 1.18.42, actual récord del mundo.

"Hace tres meses no estaba preparado anímicamente para los Juegos, pero ahora estoy dispuesto a luchar por las medallas", asegura. Paquillo no se siente tan fino ni con tanta chispa como en el Mundial del año pasado, en el que sólo Pérez le superó, pero tiene un buen motivo para estar de nuevo arriba. "Esta es una ocasión muy especial, porque es la primera vez que vengo sin mi entrenador. Siempre me acuerdo de él y pienso en lo que me diría en cada ocasión. Su muerte lo ha hecho todo muy diferente".