Se hizo de rogar, como las grandes estrellas. Pero llegó, que es lo que importa. Y más al centenar de familiares, amigos y aficionados que ayer no dudaron en subirse al autocar y emprender viaje hasta Barcelona para ser los primeros en felicitar al flamante subcampeón olímpico en Atenas. Pablo Herrera y Xavier Bosma pisaban la terminal de vuelos internacionales del aeropuerto del Prat pasadas las 20.30 horas. Ni siquiera en sus mejores sueños podía el castellonense imaginar tal recibimiento.

Pablo Herrera eres el mejor. Las niñas de Josemi y Aúpa, aúpa. Pablo Herrera, la familia está contigo. Campeones. Eran las dos pancartas que lucían con orgullo en los pasillos de la terminal. Los flashes de las cámaras inmortalizaban uno de los momentos más esperados de la tarde, el del abrazo de Pablo con sus sufridores padres, Rafa y Mari. No se volverán a quedar en casa. Dentro de cuatro años esperan reservar habitación en Pekín para ver a su vástago en vivo y en directo y no pasarlas canutas delante de la tele.

UNA GRATA SORPRESA "No me lo imaginaba. Esto ha sido un sorpresón, todas las personas que quiero ahí, esperándome para felicitarme", decía Herrera minutos más tarde, ya un poco más calmada la euforia inicial. Ahora, ¿relajación? "Todavía no. Hay una prueba del Europeo y otra en Brasil de la Liga Mundial. Después, a descansar", añadía Pablo, que ratificaba ya en España la ruptura con Bosma para la próxima temporada.

EL HOMENAJE DE HOY De momento, Pablo Herrera deberá aparcar unos días la preparación para los dos últimos torneos de la temporada. Hoy, Castellón le rendirá su homenaje. Como los héroes clásicos, Pablo paseará su medalla de plata desde el Grao hasta el corazón de la ciudad. A las 11.30 partirá, junto a familiares y compañeros de equipo de L´Illa-Grau, del pabellón polideportivo del distrito marítimo a bordo de un autobús descapotable con parada en el Ayuntamiento (12.00 horas). Ser el primer deportista nacido en la capital de La Plana en posesión de una medalla olímpica no es para menos. Enhorabuena.