La escena era un calco de la que se vivió días atrás en el pabellón de Faliro y la del jueves en el inmenso OAKA. Esta vez, los protagonistas no eran jugadores de balonmano ni de baloncesto, sino de hockey hierba en la pista central del complejo de Helliniko. Y su lamento parecía aún más grande. A muchos se les escapaban las lágrimas, y otros con la mirada perdida se preguntaban por qué. En su caso, con más razón: se les había escapado una medalla de las manos. Un gol de oro de Alemania en la prórroga (4-3) apartó a la selección española de hockey de la tercera plaza.

CÚMULO DE DESGRACIAS Era la última oportunidad de que un equipo español tocara metal en la capital griega. Por primera vez, desde los Juegos de Seúl-88, ningún deporte colectivo se colgará una medalla en los JJOO. Esa sequía ha llegado acompañada de un cúmulo de situaciones desgraciadas que lleva a pensar en una maldición de los dioses, y no por estar en Grecia, sin que parezca una excusa fácil. Tampoco han faltado actuaciones arbitrales anómalas, como la que denunciaron los jugadores de baloncesto o la que se vivió ayer, con muchas quejas respecto al primer gol alemán.

Una esperanzadora primera semana disparó las expectativas de los equipos en Atenas. España llegó con un grupo de 330 deportistas, incluidos dos equipos de baloncesto, de balonmano, de hockey y el masculino de waterpolo. De los siete, sólo se quedó descolgado de la fase decisiva el equipo femenino de hockey. El resto llegaron a los cuartos, con la única excepción del hockey, que lo hizo a las semifinales de forma directa.

Hoy se despide el baloncesto. España jugará hoy ante China (8.00 horas) para ser 7ª. El equipo de Pesquera puede irse de Atenas con seis victorias en siete partidos, y clasificado en el séptimo puesto. Inexplicable.