Una victoria importantísi- ma para el tenis español. Así resumiría el espectacular fin de fiesta que nos han hecho pasar los héroes de Sevilla. La lectura positiva de esta Davis es la media de edad de los participantes. Desde Ferrero --al que por cierto, conociéndole como le conozco, le va a hacer daño el no haber podido ser parte protagonista en esta gran final después del último mes que se ha pegado-- a Robredo, pasando, cómo no, por el emergente Rafa Nadal, auguran un futuro cargado de éxitos. Ójala figuras que poco a poco están destapándose con títulos inferiores, y no tan inferiores, como es nuestro Bautista, tengan también la oportunidad de demostrar su calidad en un futuro no tan lejano. En resumen, a este país, en este deporte, no hay quien nos tosa. Y lo mejor de todo, es que va a ser así por muchos años.