El Eldense se impuso con mucha facilidad a un Benicasim que se vio desbordado en todo momento y que incluso pudo haber encajado una goleada superior, de no ser porque los delanteros del conjunto alicantino no estuvieron muy acertados.

El Benicasim llegó a Elda con las ideas claras: defender y llevarse para casa al menos un punto, ya que llegaban con muchas e importantes bajas. Pero este sistema de juego sólo fue efectivo en los primeros minutos.

Las ocasiones del Benicasim estuvieron a cargo de Damián, en el lanzamiento de una falta, y de dos remates más a cargo de Tomás que también se marcharon al limbo. Un bagaje bastante pobre, porque tras el gol del Eldense desapareció el Benicasim y fueron los locales quienes se hicieron dueños y señores del partido. Un dato bastante evidente fue que Víctor, el portero local, no tuvo que hacer ninguna parada.

Esta tranquilidad la aprovecharon los alicantinos para campar a sus anchas por el terreno de juego y jugar a placer sin pasar apuros en zona defensiva. En la primera mitad, los alicantinos, dispusieron, además del gol, de varias ocasiones claras para aumentar el marcador, pero los puntas locales no tenían el santo de cara y perdonaron mucho.

DESAPARECIDO En la reanudación continuó la misma tónica, con pleno control de los locales, que además se aprovechaban de la fragilidad defensiva de un Benicasim que poco a poco se fue viniendo abajo. A pesar de la victoria, el Eldense tampoco tuvo su día porque disfrutó, de nuevo, de oportunidades tanto de Javi García como de Sukunza, aunque no marcó hasta el último minuto del encuentro, por medio de una nueva triangulación en la frontal en la que Sukunza se quedó sólo ante Javi, y esta vez sí que no perdonó batiendo con facilidad al guardameta del Benicasim.

El dato curioso del choque es que los dos técnicos debieron dirigir a sus equipos desde las gradas porque estaban sancionados. Pero Paco Flores no tuvo ningún problema con la afición local porque fue, hace más de 20 años, jugador del Eldense y dejó muy buen recuerdo.