Rijkaard tendrá un pivote defensivo y un delanteros para apuntalar su debilitada plantilla. Pero serán dos piezas complementarias, nada de estrellas porque en el mercado invernal ya no quedan. El Bar§a busca jugadores secundarios, si vienen cedidos mucho mejor (el italiano Tacchinardi y el noruego Carew encajan perfectamente en ese perfil) y suplentes, para que el técnico tenga recursos cara a la segunda fase de la temporada.

Tras las cuatro horas de charla con Txiki Begiristain del miércoles por la noche, y después de cenar con Laporta y Sandro Rosell (el vicepresidente deportivo), el técnico supo los planes del club. Del resultado de esa cumbre dependía el futuro inmediato del Bar§a. No tanto porque Rijkaard pidiera estrellas, sino porque necesita dos jugadores como mínimo para ampliar una plantilla que ha menguado inexplicablemente en cuatro meses. El club no quiere gastarse mucho: dos millones de euros es la cantidad destinada para la operación, por lo que la tercera pieza que deseaba Rijkaard --un jugador de banda derecha-- no llegará.

El Barcelona quiere cesiones mejor que traspasos, jugadores contrastados, de clase media --comunitarios, por supuesto-- y que no estén a gusto en sus respectivos clubs. O sea, soluciones temporales, no definitivas. El italiano Tacchinardi (Juventus, 29 años) y el galo Dacourt (Roma, 30 años), encajan en ese perfil para ocupar el puesto de medio; y el noruego Carew (Besiktas, 25 años) figura como candidato principal para suplir a Larsson.

Hay, por supuesto, más nombres, porque el Bar§a maneja una amplia lista para intentar contentar a Rijkaard, que en Donetz tiró el partido para dar descanso a sus estrellas, porque ya no tenía más donde elegir.