El deseo de Sebastián Battaglia de volver a su país es otro de los temas que el Villarreal debe resolver. Si antes del parón de la Liga el club amarillo descartó el regreso de su futbolista al Boca, en los últimos días ha vuelto a cobrar fuerza la opción de que Battaglia cambie de equipo, posibilidad reforzada por las propias palabras del jugador, reflejadas hace poco más de una semana en el diario Olé, y en las del míster de Boca, Benítez, que ayer señaló que "hay posibilidades de que vuelva Battaglia".

La situación es ésta. Battaglia quiere volver a Boca; Boca quiere a Battaglia, pero no tiene efectivo para el fichaje; el club argentino tiene el 50% de una hipotética venta del centrocampista internacional... Y aquí es donde entra en escena Leandro Romagnoli, el interior zurdo por el que San Lorenzo pide unos 3,5 millones de euros al Boca Juniors, que también busca un refuerzo para la banda zurda del centro del campo. La jugada está clara: Boca Juniors y Villarreal afrontarían, a medias, la compra de Romagnoli. Éste jugaría en Boca hasta junio del próximo año; después se integraría en las filas del Submarino. Como contraprestación, Sebastián Battaglia pasaría a ser propiedad del Boca Juniors.

RECAMBIO DE ROMÁN Esta rebuscada operación permitiría al Villarreal recuperar la inversión hecha las pasadas Navidades por Battaglia y a su vez tener un relevo de garantías ante el más que posible regreso de Juan Román Riquelme al Bar§a tras el periodo de cesión. Leandro Romagnoli está desde hace algunos meses en la agenda de Llaneza.