La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) hizo oficial, el miércoles, el descubrimiento de una nueva sustancia ideada en algún laboratorio sin escrúpulos para agigantar, de manera artificial, la capacidad atlética del ser humano un milímetro más. Desoximetiltestosterona (DMT para los amigos) es el nombre de la criatura. Por fortuna, parece que su uso ha sido menor (incluso aseguran que nulo) que su triste predecesor, el THG que ha manchado el nombre de algunas estrellas falsamente deslumbrantes. Una vez más, un chivatazo --a buen seguro, de alguna parte interesada que se había quedado sin su trozo de pastel-- permitió a la AMA coger a los tramposos.

Una buena noticia que ahoga lo sucedido con Michael van Staden, surafricano que tiene el honor (?) de ser el ciclista más joven en haber dado positivo por EPO en un control antidopaje... a la edad de ¡16 años!

Pero, tras lo sucedido en Todolella, unir las palabras buena y noticia me parece frívolo, indigno, inmoral. Pido perdón.