Es el momento de conseguir la reconciliación afición-equipo. La campaña del Castellón es curiosa. Todo el mundo tiene la sensación de que el rendimiento del equipo no es bueno y, por contra, el conjunto albinegro está metido de lleno en la zona de promoción. Si Loscri cumple medianamente con las expectativas, el Castellón será el equipo que mejor se ha reforzado en invierno. Después de muchos años de fiascos en diciembre --prefiero olvidarme de los nombres--, Fernando ha hecho pleno esta temporada.

Castalia se ha ido vaciando jornada a jornada. Y ahora es cuando desde el club se le tiene que tender la mano a la afición para que regrese al estadio. El Consejo debe mover ficha para idear medidas que faciliten una buena afluencia de público el domingo ante el Huesca. Hay mil formas, desde regalar una entrada a los socios albinegros, hasta poner en taquilla un precio de tarifa plana para el público en general. Por ejemplo, tres euros. El Villarreal consiguió una magnífica entrada ayer, ante uno de los peores equipos de 1ª, con una medida de gracia para los socios.

También es el momento de que todos tengamos claro en que categoría se halla el Castellón y de las urgencias de este club. Uno de los pesos pesados del vestuario albinegro me confesaba el sábado, a las puertas del Mini Estadi, que los jugadores habían pasado momentos muy malos esta temporada y reconocía que la presión externa que se vive en el Castellón requiere una fortaleza mental especial. "Castalia nos pesa mucho. Este triunfo nos vendrá muy bien para ganar confianza y saltar el domingo con tranquilidad", espetaba.

Después de ver al Castellón en Barcelona, estoy convencido de que la calidad media de esta plantilla supera con creces a la media del grupo. Ahora bien, el bloque de Javi López no es el dream team de Cruyff, sólo un buen conjunto de Segunda B y no hay que esperar que borde el fútbol.

Tampoco quiero dejar pasar por alto, la sensación de desamparo que observé entorno al equipo. Pienso que a los jugadores les hace falta más calor alrededor suyo, tanto para imponer respeto, como para transmitir confianza. Sólo confío que en próximos desplazamientos, hombres clave en el club como Fernando Gómez Colomer o Héctor Olaria estén al lado del Castellón, al igual que reclamo mayor presencia de consejeros. Y le pido a Juan Carlos Fabregat que sepa asumir su cargo con responsabilidad. Para quien suscribe, no todo radica con hablar en los medios o ser asiduo a bodas, bautizos y comuniones.

Y no me quiero olvidar del milagro Benicarló. Mi buen amigo Paco Fabregat, me echaba en cara que no escribía nada del equipo de fútbol sala de su pueblo, del que tan orgulloso está. Ximo Bel se ha convertido en el nuevo Poyatos de este deporte en la provincia. Y eso, para quien suscribe, es el mejor halago que le puedo hacer al presidente del Benicarló. Llenar un pabellón de dos mil personas, con un censo de 21.000 habitantes, y presentar un presupuesto de 900.000 euros, merecen mi admiración. El Benicarló se salvará esta temporada, pero estoy seguro de que Ximo Bel no parará hasta formar un equipo con aspiraciones.