Michela Amadori, jugadora italiana de voleibol, ha decidido abandonar este deporte para convertirse en monja de clausura. De 26 años, sor Michela, como ya ha sido denominada en el convento romano de clausura de las Carmelitas donde ha ingresado como novicia, tiene tras de sí una prometedora carrera como jugadora. "Es algo muy difícil de explicar, pero sería parecido a enamorarse, imposible de explicar con palabras", explicó sor Michela.