A Samuel Etoo conviene no enfadarle mucho porque atraviesa un estado de forma celestial. Casi todo lo que toca acaba en gol para alegría del Bar§a que ha encontrado, al fin, y tras un desesperante lustro de búsqueda, un delantero centro de verdad. Un nueve infalible. Si el camerunés escucha gritos racistas (en noviembre fue en Getafe; el sábado, en Zaragoza) se rebela y cada vez protesta de forma distinta.

En el coliseo Alfonso Pérez del extrarradio de Madrid, Etoo expresó su ira por los insultos enviando un balonazo a la grada, lo que le costó una tarjeta amarilla. En La Romareda, marcó un golazo (suma ya 17 en 23 jornadas, más que Kluivert y Saviola juntos hace un año) y lo festejó de forma especial. "Ya que me tratan como a un mono, celebro el gol haciendo el mono". Filosofía, todo hay que decirlo, muy etooniana. Sencilla y directa, aprendida inicialmente en las calles de Camerún, moldeada en la trastienda del Madrid, en el suburbio futbolístico del Leganés, donde lo disfrutaron apenas unos meses, y madurada durante años en Mallorca, la isla que lo hizo grande.

ELOGIOS DE RONALDINHO Así vive un Etoo que desata el enfado del rival mientras el Camp Nou se le ha entregado de manera incondicional. Y Rijkaard ha quedado seducido por un goleador que le ha sacado de más de un apuro. A Ronaldinho, también. "Es el jugador más determinante de la Liga. No hay duda", confesó Ronaldinho, otro nuevo fan del camerunés. En realidad, Etoo ejerce ahora de Ronaldinho.

Por eso, los premios no paran de lloverles a ambos. El brasileño ya es, según la FIFA, el mejor del mundo. Etoo poseía el Balón de Oro africano del 2003 y mañana repetirá este galardón correspondiente al año pasado como mejor futbolista del continente negro. Pero el camerunés ha decidido no ir a Durban (Suráfrica) a recogerlo para evitarse tan engorroso viaje y preparar a conciencia los próximos partidos: el sábado le espera el Mallorca, el equipo de su vida, y el miércoles 23 le aguarda el Chelsea, el primer desafío europeo de su carrera.

AMBICIOSO En África, es el rey. Pero Etoo es insaciable. Ya está al nivel de los grandes jugadores de Europa (Henry es el pichichi de la Premier League con 17 goles en 26 encuentros) y sólo Montella, el delantero del Roma, lo supera con 18 en 24 partidos. Pero no es suficiente, Samuel Etoo quiere mucho más.