Una boda puede ser perjudicial para la salud. Al menos, para la deportiva. Ronaldo, que el pasado lunes contrajo matrimonio con Daniella Cicarelli en el castillo de Chantilly, todavía no ha podido acabar un entrenamiento. El delantero brasileño del Real Madrid lleva una semana de ensueño. El martes llegó tarde a la sesión vespertina del conjunto blanco, tras aterrizar con retraso en su vuelo desde París.

La situación no mejoró al día siguiente. El Fenómeno no saltó a las 11.00 horas a realizar carrera continua con el resto de la plantilla. Llegó a Las Rozas a las 11.15 horas y se puso en manos de los fisioterapeutas y doctores del club, por una artritis en la articulación metatarso-falángica del primer dedo del pie izquierdo. Así que tocaba recuperar en el gimnasio...

No obstante, la situación volvió ayer a la normalidad... pero no del todo. Ronaldo no hizo tarde y saltó al campo junto al resto de galácticos y terrestres que tiene a sus órdenes Luxembugo.

El brasileño estuvo en el césped durante 52 minutos, en los que trabajó junto al resto en una sesión marcada por los tiros a puerta. Y se marchó antes de que acabara la sesión... ¿La razón? Las molestias en el dedo gordo del pie izquierdo que le provoca su artritis matrimonial. El club amenaza con imponerle una sanción económica.

¿Jugará mañana?

Pese a ello, Ronaldo estará en la lista para medirse mañana al Athletic de Bilbao, pero ¿será titular sin haber completado, hasta ahora, un solo entrenamiento? Otro rumor... por si la boda no deparó bastantes.