A la espera de cómo evolucione Carles Puyol, tras el tute que está siguiendo para recuperarse del tobillo, y de que los problemas gástricos de Ronaldinho se subsanen con tranquilidad y buenos alimentos, Frank Rijkaard solamente tiene una incógnita que despejar para el clásico.

Puede elegir entre dos soluciones a un problema, pero qué problema: sustituir a Deco. Un futbolista poco menos que insustituible, a juzgar por el rendimiento que ha ofrecido y por la consideración que ha tenido Rijkaard con él, que sólo ha dejado de alinearle por imperativo legal --ante la Real Sociedad, en enero, al cumplir el primer ciclo de tarjetas-- a excepción de un par de descansos (Gramenet en la Copa y Shaktar Donetz en la Champions).

En aquella ocasión, eligió a Iniesta, su recambio preferido. Sin embargo, Rijkaard no tenía alternativa. Había cinco lesionados, Maxi y Albertini no habían aterrizado en el Camp Nou y tres de los convocados ante la Real fueron reclutados del filial. Y Gio van Bronckhorst era titular como lateral izquierdo.

Sylvinho es ahora quien defiende la banda, y Gio siempre fue y se sintió lateral izquierdo antes de llegar al Bar§a, la posición que salió a ocupar el pasado domingo, tras sustituir a Xavi. Por ese carril corrió Gio persiguiendo un servicio de Deco a Maxi, y logró el 3-3 ante el Betis.

De la selección regresó lesionado Puyol y de la selección regresó reconfortado Gio, que en la sesión del martes ejerció de lateral con los teóricos suplentes. En el mismo bando que Iniesta. Pero uno de ellos será titular en el Bernabéu.