BARCELONA. Samuel Etoo vivió ayer un día contradictorio. Se le vio feliz y sonriente en la presentación de su autobiografía Raza de campeón (escrita por José Luis Carazo y Javier Miguel), que pone hoy a la venta el diario Sport. Pero el pichichi también estaba preocupado por culpa de su lesión: los médicos no quieren pronunciarse sobre las posibilidades de que juegue en Málaga. "Voy mejorando, pero estoy en manos de los médicos. Si no juego, aún me quedarán cinco finales", se consoló. E. P.