Benigno Sánchez, técnico del Alcoyano, se calmó con el pitido final, después de ver la segunda parte desde la grada por las dos tarjetas amarillas que le mostró Hueto Orgilles. Según él, su equipo supo "sobreponerse a algunas injusticias", como la "rigurosa" expulsión de Aceitón, para empatar en su visita a Castalia, "un resultado justísimo", valoraba el míster visitante. Para Sánchez, "mi equipo dio la cara y llegó incluso con 10".