1DESDE CUENCA. Desde allí envió el brasileño Marcos Senna su e-mail ante el que el tragón Elía sólo pudo hacer acuse de recibo. El Villarreal había salido caminando al terreno de juego y a las primeras de cambio se ponía por delante en el marcador del Sadar. Pero, con todo a favor de obra, no logró meterse en el partido.

2LA OTRA FÓRMULA. Aunque los futbolistas del Osasuna hacían intención de triangular, pronto encontraron un filón en los balones largos al Chengue Morales. El delantero uruguayo comenzó a ejercer de poste en el que se apoyaban todos los compañeros.

3CONCURSO DE PÉRDIDAS. Las posesiones amarillas fueron escasas. El balón no les duraba nada en su poder y el juego combinativo brilló por su ausencia. Dar dos pases seguidos parecía una casualidad; dar tres, un verdadero milagro.

4¿QUE FUE DE ELLOS? Pese a que el juego era discreto, las débiles defensas propiciaban bastantes remates a portería. Pero, en la fragilidad, destacaban los centrales del Villarreal, siempre muy seguros, pero ayer totalmente negados.

5LA EVIDENCIA. La escenificó Webó, que se aprovechó de la asistencia de Morales ante la indolencia de la zaga. Los amarillos no supieron nadar y guardar la ropa.

6DIEZMADOS. En la media, donde Puñal y Pablo García impusieron su ley, con ayuda de Delporte, y luego de Ortiz. Marcos Senna se vio impotente ante la pasividad de Román, la anarquía de Sorín y la poca presencia de Santi Cazorla.

7GENEROSOS. En el momento clave para ir a por el partido, otro desajuste defensivo lo aprovechó Ortiz, cuando apareció por otro de los muchos agujeros que ayer dejó sin tapar la zaga amarilla.

8LA CAÑA. La de Sorín, pareció enderezar un partido torcido. También la presencia de Héctor Font pareció arrojar alguna luz en un juego amarillo que fue de color oscuro.

9LA ALEGRÍA DE LA MUERTE. Justo cuando resucitó Román, allá por el minuto 85 del encuentro, llegó la puntilla, en otro clamoroso fallo defensivo. Al mal juego del Villarreal le puso la guinda una vulnerabilidad poco común.