El Tau Cerámica levantó la Supercopa en la primera final de la temporada 2005-06 ante un batallador CB Granada que se dejó el corazón en la pista y peleó hasta el final por un título que deseaba con el alma, pero que dejó escapar ante un rival superior y más experimentado. A la tercera fue la vencida y los vitorianos, que este año ya habían perdido las finales de la Euroliga y de la ACB, no fallaron en ésta.

El Granada encajó con serenidad la salida vasca. Confió en el baloncesto que ha elegido y así llegó a ponerse por delante para delirio de la afición local (21-19).

DEFENSA BAJO CERO Un triple de Nacho Ordín y otro de Jaime Sanmartín, separados por una doble de Jesús Fernández, anularon el segundo intento de escapada vitoriana y mantuvieron el choque y el título a tiro ante un Tau que sufrió por la falta de actividad defensiva.

Los locales clausuraron el primer tiempo sin daños y con el partido abierto a cualquier resultado (33-35). La grada puso una parte del depósito. Una falta señalada a Jesús Fernández con el marcador en 40-43 elevó la temperatura sobre la cancha. El partido estaba en un momento clave para los dos equipos. El tercer cuarto se cerró en tablas (44-44).

El Tau seguía sufriendo a siete minutos de la bocina (48-48). Para el Granada suponía continuar el sueño. Se vació en pos del éxito. El despliegue defensivo del tercer cuarto fue tan intenso que ahogó al equipo de Pedro Martínez, pero también al andaluz.

El parcial del periodo (11-9) lo ilustra a la perfección y los cuatro minutos transcurridos entre el 48-48 y el 48-50, también. Pero los vitorianos están acostumbrados a las situaciones de máxima tensión, así que manejaron mejor los hilos. Y Scola finiquitó la discusión a sólo veintitrés segundos de la gran despedida.