Es el partido. El Castellón lleva disputando finales desde, prácticamente, el inicio de temporada, debido a que echó por la borda las cuatro primeras jornadas, en las que no estrenó su casillero. Ahora, el enfrentamiento a domicilio con el Eibar, un rival tan directo que está un puesto y un punto por encima de él, es una finalísima, en mayúsculas, subrayado y en negrita, utilizando elementos tipográficos para resaltar.

La visita del Valladolid a Castalia era y debe ser un punto de inflexión en el calendario y en la clasificación. El inicio de temporada ha sido tremendamente espinoso, con duelos ante candidatos al ascenso (léase Xerez, Tenerife o el propio conjunto pucelano). Ahora, y con el Levante separando las dos tandas, tocan cuatro rivales directos: Primero, Eibar y Lorca (en casa); y, a continuación, Polideportivo Ejido (Castalia) y Racing de Ferrol (a domicilio).

Así que ésta es una oportunidad única para sumar puntos y para abandonar la zona de descenso. Una circunstancia que, con un poco de suerte, podría darse el próximo domingo. Para ello, huelga decir que los albinegros necesitan triunfar en Ipurua y que luego pinche el Málaga B en El Ejido, el Real Madrid Castilla en el Ciutat de Val¨ncia, el Lleida ante el Ciudad de Murcia y que el Recreativo gane en Ferrol.

LA SENTENCIA De momento, la botella vuelve a verse medio llena. Aunque para que la tendencia sea la misma, hay que traducir la mejoría en puntos. "Los empates se hacen buenos si ganas la semana siguiente", sentenciaba Pedro Hernández a la salida del vestuario tras la igualada a cero con el Valladolid. Dentro de cinco días, hay que convertir esta máxima en realidad.