En un mes ha cambiado la vida de Ronald Koeman en Lisboa. Cuando llegó para suceder al viejo y entrañable Giovanni Trappatoni, el técnico italiano que devolvió la Liga al Benfica, lo miraron con recelo. Bastó empezar el campeonato de forma horrible --dos derrotas y un empate, un punto de nueve posibles-- para que el pueblo benfiquista renegara del Rubio. Él ni se inmutó. Koeman alteró el sistema táctico, protegiendo más la defensa sin dejar de mirar hacia adelante --el gen holandés le obliga--, mantuvo la calma en la tempestad y ahora, un mes más tarde, se le mira como a un héroe. Así de relajado se presenta esta noche en el Madrigal para medirse al Villarreal.

¿Por qué está tan tranquilo? Porque el Benfica ganó al Oporto el pasado sábado por la noche en su estadio. Algo que hacía 14 años que no sucedía en la Liga portuguesa. Porque Koeman superó a Co Adriaanse, su compatriota, la fotocopia de Van Gaal, el técnico que dirige al Oporto. Porque el Benfica ha sumado 12 puntos de 12 en los cuatro últimos partidos. Porque tiene a Nuno Gomes disfrutando de un momento sublime, con siete goles en siete partidos, los mismos que consiguió, curiosamente, durante toda la temporada pasada.

Koeman, el Rubio para sus amigos, sigue igual de tranquilo ahora que al principio. "No es el momento de pensar que somos los mejores", dijo tras ganar en el estadio Dragao de Oporto, sin reparar siquiera en que Adriaanse no le ha derrotado todavía. El sábado, Koeman firmó su séptima victoria sobre su compatriota. Siete triunfos y sólo dos empates. "Es siempre algo especial, pero no hay nada personal. Lo más importante son los jugadores, estoy contento por los aficionados. ¡Han sufrido tantos años sin ganar en Oporto!", dijo Koeman.

Al ataque

Para reconstruir el equipo, acostumbrado al estilo paternal de Trapattoni, el exjugador del Bar§a ha apostado por lanzarse al ataque. No hay mejor fórmula. Koeman no tiene otra, aunque no alocadamente. En el inicio, con sólo un gol en las tres primeras jornadas, no chutaba. Con 11 goles en cuatro partidos, el Benfica ha subido al cuarto puesto, a cuatro puntos del líder, el Sporting de Braga, teniendo a Simao como estrella.

Así, con la sensación de que ha ganado el partido más difícil, llega el Rubio hoy al Madrigal con dos bajas importantes: El guardameta titular Moreira y el delantero italiano Miccoli, que ha sufrido su primera lesión muscular. Antes de sentarse en el banquillo, mirará los exhaustivos informes de Toni Bruins Slot, el fiel exayudante de Johann Cruyff, y luego observará tranquilo el choque. La gente ya se fía de él.