El Real Madrid echó mano de 45 minutos en la segunda mitad y de la gran forma de David Beckham para derrotar con comodidad al Rosenborg con cuatro goles de todas las clases, uno de ellos de Woodgate, y acercarse a los octavos de final de la competición. Capítulo aparte merece Beckham. El futbolista inglés está que se sale. Todo lo que toca lo convierte en oro, y lo hace dentro del terreno de juego. Mejor que nunca en sus tres años en el Real Madrid. Contra los noruegos, dio dos asistencias de gol y firmó un golazo de falta directa.

El Real Madrid cambió el libreto ante los noruegos. Del equipo que jugaba a bajas revoluciones y por el centro dio paso a otro más rápido, vertical y, por fin, con llegada por las bandas. Los blancos no tuvieron problemas para remontar el 0-1 de los noruegos.