Después del palo recibido en La Condomina ante el Murcia, el Castellón afronta el partido frente al Albacete como una auténtica final, pues los tres puntos les darían la tranquilidad suficiente para abandonar el farolillo rojo y encarrilar la salvación, que continúa a cuatro puntos, antes del parón navideño.

La misión, sin embargo, no es fácil. Desde su llegada al banquillo albinegro --hoy cumplirá las seis jornadas de Liga-- Pepe Moré ha buscado la fórmula de resucitar al Castellón, dándole vueltas y más vueltas al equipo titular. Un conjunto que se quedó en evidencia tras la dolorosa goleada encajada en tierras murcianas. Pero hay que pasar página y mirar al frente, por eso, y con la pócima del éxito en mente, el técnico catalán ha apostado en esta ocasión por otros de sus efectivos y ha revolucionado el once.

LA VUELTA DE OLIVA Hasta seis caras nuevas respecto al equipo que se enfrentó al Murcia, donde los errores defensivos albinegros salieron a la luz, serán de la partida desde el pitido inicial. El alta más esperada es la del portero del ascenso, Xavi Oliva, que saltará a Castalia después de 169 días en el dique seco a causa de su operación en la espalda.

Las otras novedades son: en defensa, el lateral derecho Pedro Hernández, que suplirá al sancionado Pardo, y Pepe Mora, que entrará por Zamora en el eje de la zaga; en la medular, Xavi Moré ocupará la plaza de Ordóñez, que del once en La Condomina ha pasado a no ir convocado; como enganche jugará el mediapunta Jonan García, que entra en la lista de elegidos por primera vez desde la llegada de Moré y deja a Segovia en el banco; mientras que en la punta de ataque, Raúl Sánchez también sentará a Epitié.

VUELVE EL 4-2-3-1 Así, el once quedará de la siguiente forma: Oliva a la portería; la línea de cuatro formada por Pedro y Casablanca en los laterales y Rodri y Mora en el centro; Torrecilla y Miguel en el doble pivote; Héctor Bosque y Xavi Moré en las bandas; Jonan García de enganche; y Raúl Sánchez en ataque.

Un sistema 4-2-3-1, el habitual con el que ha trabajado el entrenador albinegro desde que pisó Castalia, por el que vuelve a apostar Moré tras los malos resultados del 4-1-3-1 que utilizó en la anterior jornada de Liga. Y es que jugando en casa, y con lo que el Castellón se juega ante su afición, vale la pena arriesgar con un sistema más ofensivo.

Un planteamiento que, a la espera de los refuerzos que parece están a punto de aterrizar en La Plana, permita brindar otra victoria, esta vez más balsámica que nunca, a la hinchada albinegra. Una afición que, sin embargo, no ha visto perder a su equipo desde el pasado 17 de septiembre, cuando el Castellón cayó ante el Hércules (1-2). Unos seguidores que volverán a demostrar su fidelidad acudiendo en masa a Castalia.