El Benicarló Grupo Poblet perdió el primer set de la serie al mejor de cinco, que tiene que decidir si él o el Boadilla-Las Rozas será equipo de División de Honor la próxima temporada.

Lo hizo luchando lo indecible delante de un equipo muy bien plantado en la pista que demostró todo lo que ya se preveía y más. Los caduferos adolecieron, como casi siempre, de referencias en ataque, tal vez la principal carencia que le ha llevado a estar a un paso del descenso.

Los de Miki salieron muy dispuestos y mentalizados, pero se encontraron delante con un equipo ambicioso y que en ningún momento notó la presión del momento, ni la de una abarrotada y chillona grada. Es más, fueron los primeros en disponer de una clarísima ocasión de gol en un remate al poste de Retamar a los 7 minutos y supieron administrar muy bien las faltas, ya que habiendo hecho la quinta en el minuto ocho, el Benicarló no dispuso de ningún lanzamiento desde los diez metros en toda la primera parte. El empate a cero con el que se llegó al descanso hacía justicia, porque nadie fue claramente superior sobre el parqué.

En la reanudación, más de lo mismo, muchos nervios, continuas pérdidas de balón y mucha igualdad, que se desniveló al culminar Davichín en el segundo palo una magistral jugada de contragolpe. El Benicarló no se descompuso y buscó con ahínco la igualada en el marcador, que llegó en la primera jugada con portero-jugador, gracias a una gran volea de César Paulo (1-1).

EN LA PRÓRROGA Se llegó al tiempo añadido con los dos equipos con cinco faltas en el electrónico y la sensación de que sería desde los diez metros donde se decidiría el partido. Y así fue. Nano Modrego tuvo el primero a los tres minutos del tiempo añadido, pero volvió a fallar una vez más. En cambio, Rafael aprovechó el suyo en el último minuto, casi sin tiempo para reaccionar. En apenas 30 segundos, César Paulo pudo marcar en dos claras ocasiones, pero un gran Agustín detuvo de forma inverosímil. Hoy, segunda entrega de la serie, cardíacos, abstenerse.