Otra vez ganó la afición. Y, además, por goleada. Ambiente espectacular en el Nou Castalia, de esos que vale la pena grabar y guardar para el recuerdo... Pero en esta ocasión no acompañó el equipo. Fue la vuelta a la dura realidad. No es que el N stic --con un pie en Primera División-- sorprendiera con una superioridad manifiesta, sino que el Castellón estuvo por debajo de lo que nos tenía acostumbrados en las últimas jornadas. Tanto, que, a los 20 minutos, el partido ya estaba casi visto para sentencia con dos goles de los catalanes.

Todos estamos, o deberíamos estar, tomando nota del transcurrir de la temporada. Ayer fue un día importante en esa libreta de apuntes. El Castellón necesita una renovación a fondo para estar a la altura de una afición volcada como nunca, pues el ambiente en la capital es más propio de la máxima categoría del fútbol español. De eso ya hablaremos.

Ahora es cuestión de levantar el ánimo en el seno de la plantilla porque la salvación todavía no está en el saco, ni mucho menos. El domingo espera otro hueso como el Recreativo, mientras que el Lleida tratará de meter presión con una victoria en su feudo.

Con todo, este es el año de la afición, que está por encima de los dirigentes. Los jugadores, en su mayoría, fueron contratados pensando en la Segunda B y, por tanto, tampoco se les puede exigir mucho más. Que pasen pronto las jornadas y, como dijimos, que en la fuente de Castalia se festeje la salvación.