Manuel Pellegrini quería mejorar el nivel de la defensa del Villarreal en el juego aéreo y parece que lo ha conseguido. Pese a que el de ayer fue un amistoso --con motivo de la inauguración del césped artificial del campo de La Cantera de la Vilavella--, el encuentro ante el equipo local, de Primera Regional, sirvió al técnico chileno para comprobar que los dos últimos refuerzos, los centrales Fabricio Fuentes y Pascal Cygan, garantizan seguridad en la retaguardia.

Aunque el Villavieja C. F. consiguió dos goles, hay que dejar claro que el primero fue de penalti y en el segundo no estaban los guardaespaldas. Bien es cierto, eso sí, que la pena máxima la provocó Cygan, aunque se puede tildar de demasiado rigurosa.

El 2-8 final refleja bien a las claras qué tipo de partido fue. Un duelo en el que la motivación y las ganas las pusieron los locales, espoleados por las más de 1.000 personas que llenaron La Cantera; y la calidad y el acierto corrió a cargo del Villarreal, que curiosamente jugó mejor en la segunda mitad, con casi todos los jugadores del filial, que en la primera mitad, donde participaron los que serán suplentes ante el Recre.

De lo poco que se puede sacar en claro, además de que Ordóñez es un depredador del área --ayer, un hat-trick--, hay que quedarse con el buen hacer por arriba tanto de Fuentes como de Cygan.