No levanta cabeza. El Playas de Castellón continuará por el momento sin sumar un nuevo triunfo después de caer como anfitrión en la primera semifinal de la Supercopa ante el Lobelle de Santiago. La vitrina de trofeos tendrá que esperar para acoger una nueva inquilina...

A priori, sin embargo, se preveía una semifinal muy igualada... y arrancó de poder a poder. El Playas estrenó el marcador cuando apenas había transcurrido un minuto del partido. Pablo fue el encargado de poner por delante a los albiazules de disparo cruzado. El ítalo-brasileño se desquitó ante su afición de una temporada plagada de lesiones y presentó así su candidatura a la tabla de máximos goleadores. El pívot pilló desprevenido a un Juan Molina que, después de verle las orejas al lobo, plantó una barrera infranqueable para lo que restaba de primer tiempo.

Pero poco duró la alegría playera, un minuto escaso, el que tardó Alemao en poner las tablas, tras un tiro largo, con las que se llegó a la media parte.

´GUARDIANES´ DE JOAO Y es que el electrónico del Ciutat ya no se movió mientras que en la pista los albiazules se encerraban demasiado en su área, guardando con recelo la meta defendida por Joao Benedito, y pecando de falta de acierto en sus escasas salidas, propiciada por una defensa del conjunto gallego bien apuntalada. Chilavert fue la pesadilla de Fernandao, que ayer no presentó sus credenciales como killer, y Alemao la de Dani Salgado. Un cañonazo de Manu desde el medio campo que rozó el palo del cuadro albiazul, a falta de tres minutos para finalizar el primer tiempo, sumó presión a los locales, que se marcharon al vestuario con los deberes a medias.

Ya en la segunda parte se cambiaron las tornas y el Playas salió al ataque, dispuesto a atar la clasificación para la final de la Supercopa. Pero tuvieron que ser errores propios los que les condenaron, a pesar de volver a ser los primeros en ver puerta. Salgado transformó en su primera llegada gracias a un pase del capi Josema, rubricando la segunda ventaja albiazul (2-1), y la última...

El juego ganó en intensidad. Ambos equipos en liza se pusieron las pilas y el Lobelle, armado más en defensa por la capacidad ofensiva albiazul, pronto volvió a firmar el empate (2-2). Este fue obra de Chilavert, tras el pase de Betao, que superó el mano a mano fallado segundos antes ante el guardameta portugués.

Los visitantes se crecieron y Manu puso el 2-3. Pablo volvió a trabajar en el ataque ante un Fernandao que no acabó de aparecer, mientras que Josema estrellaba un balón en el palo que levantó de los asientos a la afición. El electrónico, sin embargo, se volvió a mover a favor visitante. Betao se adelantó a la salida de Joao y anotó el 2-4. Este gol era calcado al anterior. El Lobelle se doctoró en el Ciutat jugando al contraataque, y así se clasificó para la final, pero la lluvia de goles aún estaba por llegar.

Yoni aumentó la ventaja de los de Pulpis, Adolfo Ruiz Díaz apostó por Josema como jugador-portero y Pablo se encargó del resto. El pívot albiazul recortó distancias tras un error en el despeje de Molina a solo tres minutos para el final del partido... pero el ítalo-brasileño quería el hat-trick y, gracias a un pase de Fernandao, lo consiguió Con el 5-4, los castellonenses tuvieron la última ocasión para empatar, pero el intento de Fernandao fue rechazado por Danieli bajo palos.

Ahora, solo queda aprender de los errores y pensar en la Liga...