La portentosa carrera de Dani Pedrosa en el último Gran Premio de Malasia, donde logró el tercer puesto con la rodilla derecha destrozada y el dedo gordo del pie izquierdo roto, ha dejado boquiabiertos a los protagonistas del Mundial de motociclismo, que no dejan de sorprenderse ante la categoría, madurez y decisión con la que el tricampeón catalán afronta su primer año entre los reyes de la máxima cilindrada.

"Mi hijo sigue siendo una auténtica caja de sorpresas, incluso para aquellos que hace ya tiempo que hemos dejado de admirarnos por todo lo que hace y cómo lo hace", explicó Basi Ramal, la madre del joven que, tras pasearse por el Mundial de 125cc y 250cc, aspira ahora a lograr el más difícil todavía: arrebatarle el título mundial al heptacampeón Valentino Rossi. "Dani es un sufridor nato", explica su padre, Antonio.

"Lo que se vio en Sepang es Dani Pedrosa en estado puro. Es decir, un portento físico, capaz de sobreponerse, también mentalmente, que es lo más difícil, a una situación que no todos los pilotos saben superar. A mí, la verdad, me dejó acojonado. Yo, que pensaba que ni siquiera podía correr, me vuelvo a quitar el sombrero", terminó diciendo el mánager y creador del fenómeno Dani Pedrosa, Alberto Puig.