El Racing-Bar§a se jugará el domingo a las 20 horas y no el sábado, como era deseo del club cántabro, el azulgrana y de Audiovisual Sport, la detentora de los derechos de televisión. La Liga de Fútbol Profesional (LFP), que se empeñó en fijar el encuentro para el domingo por el conflicto que mantiene con la empresa que gestiona las retransmisiones, se ha salido con la suya.

Aunque estaba en inferioridad numérica, ha hecho valer su poder, que reside en la citación del árbitro, la otra parte fundamental del partido. Y desde el primer momento presionó con que había ordenado al madrileño Velasco Carballo que se presentara en Santander el domingo.

El Racing, finalmente, renunció a mantener el pulso con la LFP "para evitar situaciones esperpénticas que dañarían de forma flagrante la imagen del Racing y el Barcelona, en particular, y del fútbol en general", según explicó en una nota pública. Los dos clubs fueron sendas víctimas del conflicto económico que mantienen la LFP y Audiovisual Sport, que fijan horarios distintos en los partidos para presionarse mutuamente.

El Bar§a no tenía problema alguno sobre la fecha del encuentro. "El Racing prefería el sábado y a nosotros ya nos iba bien", dijo Joan Laporta, el presidente azulgrana, no sin antes considerar "increíble" y "poco serio" que se desconociera hasta ayer el día exacto del partido correspondiente a la tercera jornada del campeonato de Liga.

EL RACING, INDIGNADO El máximo dirigente del Racing, Francisco Pernía, fue mucho más contundente y acusó a la LFP de "perjudicar gravemente" a la entidad por mantener su postura de que se juegue el domingo "sin haber expuesto ningún argumento". Pernía explicó que ese perjuicio se centra en la venta de entradas. El presidente cántabro estimaba que entre 1.500 y 2.000 personas, pertenecientes a peñas del Bar§a, no acudirían si se jugaba el domingo. Eso suponía una pérdida de entre 120.000 y 180.000 euros de ingresos.

El Racing vendía hasta ayer las entradas con fecha para el sábado. Hoy habilitará una taquilla para devolver el importe de las entradas a los aficionados que lo soliciten. El club anunció que reclamará a la LFP "el resarcimiento de los daños y perjuicios" causados "por una decisión de la LFP carente de fundamento legal alguno". Pernía, que el miércoles presentó el fichaje de Scaloni, solicitó una reunión urgente de la asamblea general de la LFP. "Esta situación crea un precedente muy grave para los intereses de los clubs, que son los que conforman la propia Liga", dice la nota de un Racing indignado.