Nueva temporada, nuevos jugadores, otro sistema de juego, pero con el mismo sufrimiento que en ligas anteriores. A falta de veinte segundos para el final del partido, un genial remate del goleador brasileño Fernandao, evitó que la vuelta de Adolfo Ruiz al banquillo del Playas de Castellón, ocho temporadas después, se saldara con derrota.

El técnico paraguayo fue valiente arriesgando con Josema de portero jugador, cuando a falta de dos minutos, Gascó se tragó un lanzamiento fácil desde muy lejos que le daba la primera y única ventaja que tuvieron los navarros en el marcador. Incluso con el empate a dos, faltando catorce segundos, siguió apostando por ese ataque que en ocasiones resulta suicida, e incluso Pablo tuvo una triple oportunidad para que Playas terminara ganando.

En los 38 minutos anteriores al desenlace final, se notó que a este Playas aún le faltan partidos para jugar como un equipo y que el rival, al igual que Lobelle de Santiago en la Supercopa de España, tienen un bloque y una filosofía de juego de otras temporadas. Ayer, el MRA Navarra estuvo más bien posicionado sobre la pista del Ciutat de Castelló.

BIEN EN DEFENSA Adolfo, prefirió armar bien el equipo en defensa --en muchos minutos jugó con dos cierres, André y Josema--, que buscar una goleada ante un equipo más experimentado en destruir que en construir. Incluso supo jugar el Playas con la losa de los últimos siete minutos de la primera parte y el último minuto y dieciocho segundos de partido, con cinco faltas técnicas en su casillero. Sin cometer ninguna infracción aguantó a la perfección.

Un partido en el que Pablo reivindicó la sucesión de Javi Rodríguez con un juego muy vivo y lleno de remates, que llegó a eclipsar a Fernandao pese a sus dos goles. Aunque para enganchar a la grada, tuvo que ser el canterano Moi, en apenas tres minutos de continuidad que disfrutó, el que mostrara la rabia y ambición que en buena parte del partido le faltó al equipo.