El Almería se tomó un respiro justo antes de visitar Castalia. El conjunto rojiblanco, el único que aún no había logrado ningún punto, obtuvo una sufrida victoria ante el Cádiz, en un duelo que terminó con nueve por las expulsiones de Mané y Bruno.

Ya en el minuto dos, el local Ortiz dio un peligroso aviso, pero Armando estuvo atento y evitó el peligro. Casi a renglón seguido, Míchel batió al portero cadista.

En la segunda parte, los locales parecían tener controlado el partido. Así, en el minuto 52, los almerienses lograron el segundo gol. El encuentro parecía ya sentenciado, pero los locales se vieron mermados por la expulsión de Mané, debido a una agresión.

Poco después, el colegiado decretó penalti y lo transformó Abraham Paz, acortando distancias. El Cádiz lo siguió intentando, pero ya no movió el 2-1.