La canción, no se la pierdan, se titula ´Rojo diablo´. Se la han compuesto sus amigos del bar Los Tinajones de Talavera de la Reina, la ciudad que ayer no durmió festejando, de madrugada, con la salida del sol, el 29° título mundial del motociclismo español. Es, por supuesto, a ritmo de rock y el estribillo, a 250 kms/h, reza algo así como: "Bautista es el hijo que a Toledo hace enloquecer". Álvaro Bautista, de 21 años, es, por encima de todo, un ser maravilloso, encantador, agradable y simpático. Y, por supuesto, la sonrisa más contagiosa del circo de las dos ruedas. Un fenómeno al que no se le conoce más signo que su reluciente dentadura, digna de un anuncio de dentífrico. "Incluso cuando las cosas no iban bien, también sonreía. Animaba a todos", cuenta su mánager, Armando Guerrero. "Es, incluso, hasta demasiado buen tío", confiesan sus amigos Carlos y Álex.