Después de que la pasada temporada el Racing de Santander fuera multado con 3.000 euros por los gritos racistas de parte de la afición cántabra hacia Samuel Etoo, ayer el delantero camerunés fue, de nuevo, centro de abucheos desde las gradas del Sardinero en los que se imitaba el sonido de los monos. Rijkaard, ante el cariz de la situación y visto que Etoo ya tenía una cartulina amarilla y parecía descentrarse por momentos, decidió quitar al punta en el minuto 80 con 0-1 en el marcador.