El Castellón juvenil tuvo un día aciago en el que nada le salió bien y en el que se vió superado por el Alicante, que rentabilizó al máximo las escasas posibilidades de gol de las que dispuso. De hecho, en esta ocasión es aplicable al equipo albinegro el conocido refrán castellano de que quien mal empieza, mal acaba.

El primer jarro de agua fría lo sufrieron los castellonenses con el tempranero tanto conseguido, en el minuto dos, por Javi. El definitivo cuando los alicantinos cerraron el marcador, en el minuto 93, por mediación de Ele.

El partido se les puso cuesta arriba a los chavales de Pepe Abad cuando tuvieron que luchar contracorriente para conseguir empatar el tanto inicial conseguido por el conjunto visitante. El Castellón luchaba y se entregaba en busca de las tablas, pero sus intentos no cristalizaban por falta de acierto cara a gol y, porque no decirlo, por su escasa suerte.

Para más inri, en el minuto 12, los celestes ponían más dificultades a los orelluts al lograr el 0-2, obra de Cristian. Además, en el minuto 45, el Castellón se pudo meter en el encuentro al conseguir un bello gol que, tras ser concedido por el árbitro, fue anulado por uno de los asistentes.

SIN PUNTERÍA En la segunda mitad, de nada sirvieron las ocasiones de gol que dispusieron Pau, Álex y Manu, porque finalmente quien se llevó el gato al agua, sin hacer grandes méritos para ello, fue el Alicante, que mató el encuentro en el tiempo añadido.

De esta forma, los chavales continúan con el gafe en casa, ya que no saben todavía lo que es puntuar en El Bovalar.