Dos años después de la conquista en Sevilla de la segunda Ensaladera de su historia, el equipo español, de nuevo con Italia como adversario, vuelve a verse obligado a limitar sus aspiraciones a la permanencia en el Grupo Mundial de Copa Davis. Rafa Nadal y Tommy Robredo han sido los elegidos por Emilio Sánchez Vicario para sumar los primeros puntos hoy en Santander.

La contundente derrota padecida en Minsk frente a Bielorrusia en la primera ronda de la presente edición, en febrero pasado, apartó prematuramente a España de la lucha por el título por cuya gloria luchó con frecuencia en las últimas ediciones. Atrás ha quedado el lustro mágico. Aquél que abarcó del 2000 al 2004 la disputa de tres finales (2000, 2003 y 2004) y la conquista de dos de los títulos (2000 y 2004).

España ha tenido que asumir el cambio radical de intereses que forma parte de la idiosincrasia de este torneo. Un mal sorteo y un cuadro adverso, con eliminatorias a domicilio, alteran de forma abrupta el panorama de un equipo. Es lo que ha padecido el conjunto hispano. Malparado de sus visitas a Bratislava (2005) y Minsk (2006) en el inicio del camino y obligado a pujar por intereses menores en la competición.

A pesar de contener en sus filas al número dos del mundo, Rafa Nadal, y tener un notable número de raquetas alrededor del top ten, el equipo dirigido por Emilio Sánchez Vicario desde hace dos cursos tiene centrada su apuesta en la permanencia. Ahora toca lograr este objetivo.