Rafa Nadal volvió a brillar ayer con luz propia en Santander. El de Manacor ha participado en tres triunfos de los cuatro puntos del combinado nacional ante Italia, amarrando así la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis. Su rival de ayer, Filippo Volandri, no lo puso fácil. De hecho se puso por delante tras adjudicarse el primer set, pero Nadal se sobrepuso cuando la situación le daba la espalda y tumbó al número uno italiano en cuatro sets (3-6, 7-5, 6-3 y 6-3), tras una lucha de tres horas y cuarto.

El balear despejó las dudas en el tramo final del segundo set, cuando sonreía el panorama de Volandri, penúltimo argumento de supervivencia de Italia en sus intenciones de retornar a la élite.

De todas formas, Nadal se sobrepuso a una crisis que enmudeció la pista cántabra. Segundo set, décimo juego. Había perdido el primer parcial y estaba por debajo (5-4) en el segundo. Con un servicio inseguro y 0-30 para el italiano, el número dos del mundo dio su mejor cara. Dos saques certeros y dos golpes ganadores, casi los primeros del partido, resolvieron la situación y el balear recuperó su espíritu, hasta ese momento desaparecido. Fue el punto de inflexión. A partir de aquí Nadal volvió a ser Nadal y desesperó a su impotente rival.

Por si fuera poco, en el último partido de trámite, David Ferrer derrotó a Andreas Seppi por un doble 6-2 y plasmó la superioridad de un equipo que solo cedió un punto en toda la eliminatoria. El cuarteto de Emilio Sánchez Vicario espera ahora un mejor panorama para el 2007. Su futuro se conocerá en Roma el próximo jueves, en un sorteo en el que España será cabeza de serie.