Una auténtica exhibición es lo que ha dado este fin de semana Sergio García. El de Borriol ha demostrado su clase. Con su juego, que ha sido excelente, ha liderado al equipo europeo de la Ryder Cup, que ha conquistado esta competición por tercera vez consecutiva, y en las tres ha tomado parte el de La Coma.

Pero también se le ha visto en situación cariñosa con su novia, Morgan Norman, hija del mítico Greg Norman. El beso que le dio a la conclusión de la segunda jornada ha dado la vuelta al mundo. Una imagen que espera repetir en breve, pues podría significar la consecución de su primer Grande, que de momento se le resiste al borriolense.