La Comisión Nacional Contra la Violencia va a hacer caja gracias al Castellón-Hércules. El organismo ha propuesto tres sanciones, dos para seguidores locales --con un castigo total de 7.000 euros-- y otro para un aficionado visitante (3.000). No obstante, el club se ha librado esta vez de una sanción.

Según reza la nota pública, Antiviolencia prevé una multa de 4.000 euros --más la prohibición de acceso a los recintos deportivos de hasta cinco meses-- a un aficionado que, ebrio y sin entrada ni carnet de socio, "insultó reiteradamente y realizó gestos de desprecio a los funcionarios que procedían a su identificación". Además, otro colega deberá pagar 3.001 euros y no podrá entrar a un estadio en un periodo idéntico a aquel, en su caso "por consumir sustancias estupefacientes" durante el partido del pasado sábado.

Asimismo, un simpatizante del Hércules recibirá la misma multa económica por una acción que entrañó un gran peligro antes del inicio del encuentro y fuera de Castalia. Un herculano encendió una bengala en las proximidades de las taquillas, provocando a la parroquia albinegra, lo que motivó que la policía realizara "una línea de separación entre ambas aficiones".

El Castellón-Hércules rivalizó en situaciones antideportivas con otro derbi, el disputado por los equipos castellanos de la Ponferradina y el Valladolid, que también reportarán a las arcas 10.000 euros en multas. Fueron los dos encuentros más peligrosos de todos los disputados en las últimas dos semanas en Primera y Segunda A, incluyendo la anterior eliminatoria de Copa del Rey.