Lo cierto es que en las dos últimas semanas se había venido especulando sobre la posibilidad de que se produjera algún tipo de incidente y, el miércoles, por lo menos visualmente --no hubo agentes a caballo--, la presencia de las fuerzas del orden en el Estadio Castalia no tuvo un efecto intimidatorio.

En el partido de la Copa del Rey, la zona de la afición visitante --la del Villarreal-- no estuvo rodeada por efectivos de la Policía Nacional, una circunstancia que, por ejemplo, si se dio hace dos semanas, en el Castellón-Hércules, a pesar de que en esa ocasión el partido de rivalidad autonómica no fue declarado de alto riesgo. Esto ha motivado las quejas de los seguidores amarillos presentes en Castalia, que se sintieron indefensos ante los incidentes.

Desde la Subdelegación del Gobierno en Castellón, sin embargo, se insiste en que los efectivos policiales para el derbi fueron los adecuados.