Habrá quien se excusará con que peor ha sido lo del Valencia. Que al fin y al cabo el Valladolid va líder de Segunda División, lleva 19 partidos consecutivos sin perder en competición oficial y ha ganado todos los duelos que ha disputado en esta edición de la Copa. Puede que existan aficionados que sigan pensando que el fútbol es cuestión de rachas y que ahora nos ha tocado la mala.

Otros opinarán que ya puestos, Fernando Roig podría renovar una temporada más, o mejor hacerlo de por vida, a Manuel Pellegrini. Incluso algún malvado piense que la niñería que ayer hizo Cani es todo lo que de él se puede esperar; y alguien de los que anoche pasaron frío hasta entiendan el cambio de Forlán.

Pero lo único que ha quedado claro es que tras la eliminación europea frente a un desconocido equipo de la liga eslovena, anoche se fue al traste la segunda opción que tenía el Villarreal para intentar volver a las competiciones continentales.

Es obvio que para esto no hacía falta tener tanto presupuesto. Y puestos a suponer cosas, tal vez el presidente empiece a preguntar a los responsables deportivos si para este viaje hacían falta tantas alforjas.